Un balón de oxígeno. Eso es lo que para muchos negocios donostiarras representan los próximos días. Hostelería y comercio, dos sectores que lo han pasado especialmente mal con la pandemia, esperan que la vuelta de las fiestas les ayude a recuperar el año. El bar Iruña, la heladería de la Avenida, la marisquería del Boulevard y un negocio de estética constatan que esta Semana Grande “es la de la esperanza”. “Todavía no me creo que vayamos a ver las calles llenas de gente”, comenta una de las socias de las heladerías Arnoldo, Marta Arnoldo.